Hay unos pocos ganadores tras el terremoto generado por la filtración de la declaración de Emilio Lozoya ante la Fiscalía General. Uno de ellos es Manlio Fabio Beltrones, que no aparece señalado por el ex director general de Pemex ni en los manejos de la campaña 2012 ni en las denuncias de supuestos sobornos para la aprobación de la reforma energética. Tampoco es apuntado su yerno Pablo Escudero.
Hay otros que suspiran con alivio. Uno es Miguel Ángel Osorio Chong, que era un jugador central en la campaña de Enrique Peña Nieto, especialmente en la operación política, y no fue salpicado por Lozoya. Otro es Aurelio Nuño, quien tuvo un cargo decisivo en la transición del 2012 y tampoco es mencionado.
Si hace un análisis racional, el PRI que sale peor parado es el de corte más tecnocrático: Luis Videgaray, José Antonio González Anaya, José Antonio Meade, Carlos Treviño, etc.
Pero a diferencia de Nuño o de Osorio, para Manlio hay una ventaja, porque él está buscando que Alejandro Moreno Cárdenas lo incluya en la lista de pluris para San Lázaro, donde el ex gobernador sonorense querría tener un lugar de protagonismo.
El pasado fin de semana justamente participó en un zoom junto a otros priistas y antes había aparecido en un mensaje a la militancia.
Su aspiración tiene dos inconvenientes. Por un lado, que Moreno Cárdenas asume que figuras como él ya generan demasiado rechazo en el partido y que no sirven para traccionar. De hecho, Manlio Fabio evita cualquier crítica a Morena.
El otro tema es el affaire César Duarte, donde el sonorense tuvo que ampararse para evitar cualquier intento de aprehensión. Duarte fue detenido en EU y será extraditado a México y podría ser un riesgo por las cuestiones que podría declarar.
Con información de LaPoliticaOnLine.com.mx
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