Por Oscar Yescas Domínguez
En este proceso de lucha por la recuperación de los derechos a la salud, la jubilación y el rescate del Isssteson los trabajadores activos y sus dirigentes sindicales han estado ausentes en las diferentes movilizaciones que han hecho los jubilados del Movimiento 30 de julio y lo mismo ha pasado con la lucha de los jubilados del Ayuntamiento de Hermosillo por la recuperación de los derechos que les fueron arrebatados por el Presidente Municipal de Hermosillo Antonio Astiazarán. Más grave aún es que no sólo han estado ausentes, sino que han guardado un profundo silencio sobre la situación de los jubilados de ambos movimientos, cuyas luchas lograron llamar la atención de los medios locales y estatales de información pública.
Por esta situación los jubilados hemos aprendido que estamos solos en la lucha por la recuperación de sus derechos y en el caso del Movimiento 30 de julio, debemos tener presente que fue a través de la movilización masiva que logramos ser escuchados por funcionarios del Gobierno del Estado y solucionar parte de la problemática del Isssteson y del pago puntual de las jubilaciones, pero aún siguen motivos para seguir luchando, recodemos que siguen impunes aquellos funcionarios que participaron en actos de corrupción que llevaron a la crisis financiera del Isssteson y los medicamentos no están siendo surtidos al 100%. En el caso de los jubilados del Ayuntamiento de Hermosillo, después de más de 3 meses y 8 jubilados fallecidos, siguen sin recuperar los derechos que les fueron arrebatados y cada día que pasa aumenta el riesgo de que esta cifra aumente. Por tales razones puede afirmarse que existen motivos suficientes para protestar y seguir en la lucha.
Los jubilados se están movilizando en todas partes del mundo entero, ya que eliminar el pago de las pensiones es unos de los primeros objetivos de las políticas neoliberales que ven como un “gasto innecesario” el seguir pagando pensiones a quienes ya se jubilaron. Por estas razones, debemos ver la participación de los jubilados en el desfile del primero de mayo como una oportunidad de hacer historia, porque representa la oportunidad de visibilizar nuestra existencia, manifestar nuestra inconformidad social en los recortes a las pensiones, en la reducción del número de las jubilaciones y en la disminución del porcentaje de pago en próximas jubilaciones.
Pero sobre todo, nos permite enarbolar las demandas que tenemos pendientes dentro de las cuales se encuentra el castigo a funcionarios que participaron en actos de corrupción que llevaron a la quiebra al Isssteson.
Según la información de que dispongo en estos momentos, sería la primera vez que un agrupamiento de jubilados participaría en este desfile del día internacional de los trabajadores, por lo que nuestra presencia en esta movilización sería histórica y estaríamos abriendo camino para que otros agrupamientos de jubilados compartan nuestro despertar social como sujetos activos que todavía tenemos energía para seguir luchando por la recuperación de nuestros derechos.
Es verdad que ya no somos trabajadores y que ya no pertenecemos a ningún sindicato, nos ha quedado claro esto último porque los sindicatos nos han dejado solos en nuestras luchas, pero también es verdad que entregamos más de tres décadas de nuestras vidas trabajando para diversas instituciones y hoy en día estamos disfrutando del derecho a la jubilación, un derecho que está en proceso de extinción, algo que no alcanzan a comprender los trabajadores activos que nuestra lucha por la defensa del derecho a la jubilación es también su lucha, porque corren el peligro de no disfrutar de una jubilación cuando llegue el momento de su retiro laboral.
Los jubilados estamos abriendo camino con nuestra lucha por la recuperación de nuestros derechos, porque las dirigencias sindicales no están cumpliendo con sus responsabilidades como dirigentes en la defensa de los intereses de quienes representan. Los trabajadores activos continúan exhibiendo apatía, indiferencia y ceguera política demostrando que no comprenden que nuestra lucha es también su lucha.
De lograr concretar esta unión de fuerzas de todos los agrupamientos de jubilados, la marcha de este primero de mayo en Hermosillo sería histórica, porque nos reconoceríamos como hermanos de una lucha que es continua y aprenderíamos que la unión de nuestras luchas a través de la acción aumentaría la posibilidad de obtener logros en nuestras demandas, ya que nos da la oportunidad de construir una enorme fuerza social, de lograr un empoderamiento individual y colectivo, porque se presentaría la oportunidad de conformar un frente de jubilados que nos ubicaría como principales interlocutores con las autoridades gubernamentales, tal y como lo hemos logrado en el Movimiento 30 de julio.
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