Por Fernando López López.- Hoy como nunca, se ve cumplida la frase del periodista Abelardo Casanova Labrada –tuve el gusto de trabajar con él, en El Sonorense—bajo cuya sombra surgieron muchos reporteros que por ahí siguen—“ los activistas de hoy, serán los funcionarios de mañana… ”. Término acuñado en los años setentas, aplicado a estudiantes universitarios –de la Unison— creyentes en el garlito de “ cambiar a la sociedad ”, de un “cambio” total en aras de la eterna mentira de la “ igualdad social ” y, demás frases basadas en una falsa concepción del comunismo en boga entonces. Claro, al fin, jóvenes; arcilla moldeable en manos de poderosos intereses, muchos pagaron con la muerte, cuando erróneamente tomaron la ruta sin retorno de las armas, de la violencia –verbigracia la sangrienta Liga 23 de Septiembre —mientras otros, como siempre ocurre, agazapados en forma cobarde y, fumando mariguana en el Alma Mater, que era un contento. Obvio, recitando textos de Carlos Marx –jamás trabajó