Por Ricardo Valenzuela.- Debo elevar una voz de alarma pues parece que, en estas fechas, después de invernar durante todo el año, muy animosos y atrevidos, salieron de sus cuevas los famosos Perfectos idiotas mexicanos e internacionales y es cuando yo pido que Dios nos agarre confesados. Y, cuidado, porque no hay nada más peligroso que un ignorante con iniciativa, pues ellos no se dan es cuenta que la ignorancia una desgracia simplemente voluntaria. Y es que, en estos momentos, sabemos que la mayor parte de la ignorancia es ignorancia vencible. Pero no sabemos porque no queremos saber, o sabemos y no nos importa tratar de penetrar mentes selladas y la cadena de la ignorancia crece y crece. "Había una norma muy reveladora: los esclavos debían seguir siendo analfabetos. En el sur de antes de la guerra civil en EU, los blancos que enseñaban a leer a un esclavo recibían un castigo severo”. " Para tener contento y sumiso a un esclavo —escribió Bailey— “era necesario evitar que p